domingo, 16 de diciembre de 2007

Otoño y Primavera


Conozco un ser que vive en la penumbra, que en su alma oscura se divisan algunos rayos de la luz más incandescentes y que su cabeza fría llora lagrimas de deshielo producto del calor que emana ese oscuro pero aún tibio corazón...

Conozco un hombre con armadura de hierro que detrás de su coraza se encuentra un pecho abierto con un corazón desnudo y bajo su yelmo dudas que lo agobian, -¿cuan fuerte puede ser alguien que duda?-, la duda te recuerda que eres humano y que estas vivo, pero ¿para que una vida de incertidumbre si lo único que estas seguro es de no estarlo?.
Se de una persona que nadie conoce tanto como yo, que pocos frecuentan pero que ni yo mismo conozco completamente, vive conmigo, duerme conmigo, camina conmigo, es un insignificante coloso, un ente que no es persona, un ser que no es feliz, siendo mucho es nada, con pensamientos como ovillos de oro pero todos enmarañados, alguien que aprendió a lidiarse a si mismo pero que eso le quita las energías de lidiar con el mundo.
También conozco de ti, algo, y he esperado tanto de ti, tanto, pero fui tan difícil que no pude entregar tan fácilmente la batuta que lleva el compás de mi corazón, porque cada tiempo mal marcado, cada acorde fallido es fatídico para el concierto que es mi vida, te quiero mucho pero también te exigí demasiado, ahora ya no exijo, ni siquiera pido, tan solo acepto con agrado lo bueno que me brindes o repudio lo que no esta bien, aprendí que no puedo sentirme culpable ni responsable por cosas que yo no haría pero que hace el resto, no pude compartir mi vida, no pude ser uno contigo por que soy tantos pero soy ninguno.
Vive tu por los dos, danza a mi alrededor, que solo una mirada que dirija hacia ti me reconforte, me cautive, me redima, solo vive, que yo solo existo, tan solo se tu, sigue tu camino, que estés guiada por tu deseo...
ﻻﺮﺎﻌﺳ
Zaady Garcés Zulleymán

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Es un pañuelo...